jueves, 16 de abril de 2015

Danza de los seises

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Los seises son una agrupación de diez niños que realizan una danza sagrada delante del Santísimo Sacramento de la Catedral de Sevilla en la Octava del Corpus, en la la festividad de la Inmaculada Concepción y en el Triduo de Carnaval.

Los niños cantores en las iglesias suponen una tradición muy antigua. Tras la Reconquista de Sevilla, la ciudad contaría con la presencia organizada de cuatro a seis mozos de coro para la liturgia solemne, costumbre que se extiende por España. La autorización para emplear estos niños cantores viene dada a instancias del Cabildo Sevillano por la bula del Papa Eugenio IV en 1439. Además, el 27 de junio de 1454 el Papa Nicolás V concede a la Catedral de Sevilla un maestro de canto para los niños.

En la segunda mitad del siglo XV se generaliza que sean seis niños. A principios del siglo XVI ya se conocen como seises en toda España y en Sevilla se llamarán así desde la segunda mitad del siglo XVI. Actualmente, en Sevilla son diez niños. Estos niños vivían con el Maestro de Capilla de la Catedral, recibiendo de él educación y manutención. En el siglo XVII pasaron a vivir internos en colegios creados por los propios cabildos. En el caso de Sevilla fue el Colegio de San Isidoro, más conocido como de San Miguel, donde ingresaron los seises el 1 de enero de 1633 y que cerró sus puertas en 1960. Desde el año 1985 los seises pertenecen al Colegio Portaceli, de la Compañía de Jesús.


No se sabe cuándo empezaron a bailar los seises de la Catedral de Sevilla, pero hay referencias de esto desde principios del siglo XVI y lo hacían los niños de manera esporádica e imprecisa durante la procesión del Corpus. En el siglo XVII esa costumbre se convierte en una tradición cristiana de la ciudad, para que siempre se produzca dicha danza con los niños en el Corpus. En 1654 se decide dotar a la festividad de la Inmaculada de ese honor y en 1695 se hará lo mismo con el Triduo del Carnaval.

El traje de los seises es muy llamativo, con detalles dorados, mallas, pantalones abombados y chaquetillas. Como curiosidad, el traje incorpora detalles celestes en la festividad de la Inmaculada y siempre bailan con un sombrero con plumas.



El coro infantil de la Catedral, también del Colegio Portaceli, entona cánticos que acompañan la danza.

Para profundizar más sobre el tema sería interesante recurrir al artículo de D. Herminio González Barrionuevo, Maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla.




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