miércoles, 13 de junio de 2012

Danza de la tortuga

Los estudiosos de la danza autóctona mexicana han descubierto constantes en danzas de regiones diferentes del país. La referencia a la tortuga es una de esas constantes, sobre todo en las zonas costeras. En el mismo estado de Oaxaca se representan dos distintas variantes de la danza de la tortuga: en la región del Istmo y en la Costa.
 El poblado tiene una población de 4,700 habitantes, dedicados principalmente al cultivo y comercialización del limón, la siembra de maíz, ajonjolí y cacahuate. También existe actividad ganadera: cría de reses, venta de carne, leche y elaboración de quesos. El 98% de la población es negra, por lo que la influencia indígena no propició la adopción del mixteco, que es la lengua indígena dominante de la región.
 La intención de la Danza de la Tortuga que se practica en la Costa es ridiculizar el dominio español y rememorar la explotación que se hizo de los esclavos negros durante la Colonia. El control y la estricta disciplina impuesta por los españoles hacia los negros se representa con el látigo que lleva en las manos el Pancho, el capataz que reprime a sus compañeros de raza después de haberse ganado la confianza del amo. La Minga es la mujer del Pancho, es alegre y coqueta, por lo que constantemente es objeto de piropos que enfurecen a su pareja, quien la castiga con golpes, al igual que a todo aquel que se haya atrevido a abrazarla o besarla.
 Durante el desarrollo de la danza la Minga ofrece a su "hija" a las personas del público, al elegido se le pide que abrace a la muñeca que representa a la supuesta hija; si la persona no la toma, la Minga grita llamando al Pancho para que castigue a quien se atrevió a despreciar a su hija, y si la persona toma la muñeca llega el Pancho inmediatamente para reclamarle el que tenga a su hija en brazos y acusándolo de "tener que ver" con su mujer, por lo que le impone un castigo. El castigo consiste en bailar con la Minga; si no quiere bailar tiene que deshacerse de un objeto personal o dar una aportación económica para no ser castigado. Las aportaciones son usadas al final de la danza en la adquisición de licor para los danzantes.
El vestuario que se utiliza es el siguiente: el hombre se cubre la cabeza con dos paliacates poniéndose sobre ellos una máscara y un sombrero, su camisa y pantalón son prendas viejas, rotas y remendadas, también usan huaraches; la mujer, además de los paliacates y la máscara, lleva sobre su cabeza una mantilla, su vestido es largo y floreado, cubierto con una manta de encaje negro, en los pies usa medias y huaraches; el Pancho lleva sobre su pantalón chaparreras de vaquero, reata, cuerno de vaca al hombro y una binza en la mano, además de botas con espuelas; la Minga es la única del grupo de mujeres que lleva peluca, vestido largo y rebozo cruzado sobre su pecho, en los brazos lleva la muñeca que representa a su hija, usa medias y zapatillas. El danzante que interpreta a la tortuga carga un caparazón hecho con un bastidor de madera y forrado de tela.
 Danzan catorce hombres, siete de ellos disfrazados de mujeres; también el Pancho, la Minga y la tortuga son personajes interpretados por hombres. La danza consta de siete sones que no varían mucho en la música, pero sí en los pasos. La música es interpretada por una banda de viento. En ocasiones no se respeta la coreografía de la danza y se improvisan pasos, para después retomar los originales.

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