viernes, 28 de noviembre de 2014

Baile tradicional chino de los Han


Desde la antigüedad, las danzas y los cantos de la etnia Han son abundantes y atractivos y nunca han dejado de desarrollarse. Hoy día, debido al alto ritmo de trabajo, el espacio de habitar estrecho, las relaciones interpersonales un tanto distanciadas y el acceso de la cultura extranjera y de la diversión de alta tecnología, muchos hans que viven en las ciudades han ido olvidando sus danzas, e incluso hay quienes no las conocen ni saben bailar. De ahí surge el malentendido de que la etnia han no tiene danzas propias. En realidad, sus danzas son muy ricas en contenido y poseen una gran variedad. Aun un mismo género puede ser distinto en estilo, forma y atuendo de región a región.
La Fiesta de la Primavera , que comienza por el Día de Año Nuevo lunar, es la más solemne y calurosa de la etnia han por tradición. Al llegar la nueva primavera y cuando todas las cosas ganan vida nueva, la gente se entrega por completo a las celebraciones, deseando cosechas abundantes y la prosperidad para ellos mismos y el ganado, y también es la única ocasión en el año en la que se divierten y se relajan por completo en lo físico y lo mental.
En las zonas hans, la Fiesta de la Primavera prácticamente dura desde finales del duodécimo mes lunar hasta el último día del primero. Como preparación, todo el mundo se atarea cosiendo ropa nueva, aseando la casa, arreglando ofrendas para las ceremonias y cocinando manjares, con la esperanza de que se cumplan sus deseos en el nuevo año. El primer mes lunar es una temporada muerta antes de la siembra. Las celebraciones empiezan el 3 del primer mes lunar en el sur y el 5 en el norte, por lo general alcanzan apogeo y terminan el día 15, que es la Fiesta de la Linterna. Pero en algunas zonas las familias se reúnen de nuevo en el hogar el 28.
La danza más conocida es la del “dragón de tela” o “dragón de color” colosal, de diez metros de largo y hecho con cintas de seda de color.
En la Danza del dragón, los hombres que sostienen el cuerpo del dragón con palos corren y se contornean para exhibir cómo el dragón se revuelca por el suelo, sacude la cola y se arrolla en una columna de jade. En la provincia de Zhejiang es popular el Dragón de cien hojas, danza en que un grupo de muchachas forman las escamas del dragón con las nubes y flores de loto de papel o seda en las manos y, bajo la guía de un hombre, se mueven con gracia cual si el dragón volara a través de las nubes. En las aldeas del sur de China, los campesinos atan paja de arroz para darle forma de dragón, le clavan encima varillas de incienso encendidas y bailan el Dragón de paja en la noche vieja. Así, en la oscuridad los espectadores admiran a un dragón de fuego volando con chispas. Los hans también bailan la danza Dragón de la tierra, transmitida de la dinastía Qing (1644-1911). Este dragón tiene patas y camina por el suelo y, con la cabeza alzada, vomita agua para anunciar buena lluvia en el nuevo año. Otra danza es el Dragón del banco, popular en las zonas al sur del río Amarillo. Es un dragón pequeño de fina confección y atado a un banco largo. Sus tres bailarines, sujetando cada uno una pata del banco, trotan y saltan dando vueltas al tañido retumbante de los gongs y tambores.





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