miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cham

Las danzas tibetanas se dividen en dos tipos, las de diversiones populares y las de índole religiosa, pero ambas son ricas en contenido cultural y poseen estilos, formas y posturas elegantes muy peculiares. Entre las religiones, las del Cham encierra un género monástico ceremonial, y su origen y divulgación se encuentran inseparables del budismo tibetano. Pero debido a las sectas de esta religión, sus formas, accesorios de uso y ropa son diferentes.

 El Cham se originó en el siglo VII cuando el monje indio Lianhuasheng arribó al Tíbet para predicar el budismo, entonces popular en la India. Sin embargo, se encontró con el rechazo del Bon, credo politeísta local. Para promover su religión, el monje se las ingenió al combinarla con este credo, conservando la doctrina budista y el respeto a su Dios máximo, Tathagata (Buda), y aceptando a los dioses del Bon como guardianes de la ley búdica, en adaptación a la psicología politeísta de los tibetanos.

Con el tiempo, este tipo de danza fue aceptada por las diversas sectas y recibió el nombre de Cham. Luego, el budismo se propagó por todas partes del Tíbet, hacia las otras comunidades tibetanas y a Mongolia Interior. Así, el Cham se nombra indistintamente por los diversos lugares.


El Cham incluye la gran danza de sacerdotes, compuesta por la danza de "animales" y la danza con instrumentos búdicos, en las cuales se usan gorros de plumas de aves y fajas de piel de tigres, entre otros objetos. Estas danzas, solemnes y carentes de canto, son imponentes, de ánimos disuasivos.

Podemos ver un ejemplo en este vídeo:


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