lunes, 25 de febrero de 2019

Baile por Alegrías

Las alegrías son el palo flamenco más importante perteneciente al grupo de las cantiñas, que son los cantes por excelencia propios de Cádiz y los Puertos. Es el tipo de cantiñas que desde sus inicios ha sido el más cultivado y cantado por los artistas y aficionados flamencos, y a su vez el más celebrado por el público oyente. El nombre de este estilo flamenco, procede precisamente de su significado, ya que es un cante que incita a la alegría, a la fiesta, la diversión. Podemos decir que las alegrías son el palo flamenco que mejor expresa el sentir del pueblo gaditano. Además, podemos decir que es el baile flamenco más antiguo; tanto es así, que gran parte del resto de palos flamencos se basan en la alegría para componer su coreografía. 

 Historia de las alegrías

 En su origen, podemos observar las influencias de varios estilos, como las coplas romanceadas, los panaderos, seguiriyas, los viejos fandangos de Cádiz, las rosas (otro tipo de cantiñas) y jaleos, pero es la jota la que tiene mayor participación e importancia en la creación de las alegrías, tanto como para decir que son su base fundamental. 

Se cree firmemente que la configuración musical de las alegrías empieza a formarse en el primer cuarto del siglo XIX; en la emigración de los aragoneses a Cádiz con el motivo de la Guerra de la Independencia. De esta convivencia de aragoneses y gaditanos, hermanados en una lucha contra del invasor común francés, salió un cante conocido como “jota de Cádiz“. 

 Posteriormente, a mediados del siglo XIX, (coincidiendo con el nacimiento de la soleá en Triana en 1850), los flamencos empiezan a aflamencar estas jotas de Cádiz, adaptándola al ritmo de la soleá. Esto les proporcionaría un nuevo palo flamenco de estilo alegre que serviría como contraste al resto de palos que tenían un mayor grado de dramatismo, cubriendo así un importante hueco entre los diferentes cantes flamencos. 

El compás de las alegrías es idéntico al de la soleá, aunque el tempo es bastante más rápido, lo que le aporta ese carácter alegre y festero. 

 Demófilo (Antonio Machado Álvarez, el padre de los famosos poetas Antonio y Manuel Machado), nos hace una referencia en el año 1881, hablando en su obra “Colección de Cantes Flamencos” sobre unas tonadillas en forma de “juguetillos” o alegrías; unas coplillas que se cantaban en Cádiz en el siglo XIX. Claro está, en aquel entonces no se las consideraba aún un palo flamenco definido como tal. Decía Demófilo, literalmente: “Al lado del hombre de sentimientos delicados que goza con la música triste de la seguidilla gitana o levemente melancólica de la soleá, existe el espíritu alegre y bullicioso, que va a recrearse con la música, también retozona y alegre, de ese infinito número de composiciones, puramente andaluzas, conocidas con el nombre de juguetillos o alegrías“. 

 Como la primera referencia oficial de todas las que tenemos sobre las alegrías, debemos destacar en el año 1866 la de un cantaor cantillanero llamado Francisco Hidalgo, también conocido como Paco el Gandul o Paco Botas. Fue un cantaor muy respetado, de primera línea en la época de Silverio Franconetti. Cantó en la ciudad de Córdoba unos caracoles, seguidos de unos cantos alegres y unos panaderos. En esos mismos años 60 del siglo XIX, otros cantaores flamencos como El Quiqui, acompañado por el Maestro Patiño, empezaron a hacer “cantes alegres” o “cantes por alegre”. 

 
Y el que vino a darle la forma definitiva a las alegrías tal y como hoy las conocemos, aprendiéndolas de Hidalgo y El Quiqui, sería el histórico cantaor de Cádiz Enrique el Mellizo, ya a finales del siglo XIX. 


Desde ese momento las alegrías serían el cante festero por excelencia, hasta que ya en el siglo XX le tomaran el relevo la bulería y el tango. Mientras tanto sería, junto con el zapateado, uno de los bailes principales. Parece ser que en sus inicios el toque y el baile eran algo lentos, como una soleá en tonalidad mayor, pero sus formas alegres la impulsó a un tempo más rápido, como una bulería por soleá. 

 Posteriormente a esto, ya en el siglo XX, debemos destacar también el aporte que hizo Ignacio Espeleta a las alegrías, agregándoles la tarabilla “tirititrán, trán, trán”, que los cantaores flamencos usan como entrada a este cante, un tercio de preparación o farfulleo. Esta entrada se hizo muy popular -se sigue usado a día de hoy-, y más aún a partir del cantaor Manolo Vargas, quien hizo unas alegrías más cortas y ligeras, ligando además los tercios; diferentes, por ejemplo, a las cantadas por Aurelio Sellé (también conocido como Aurelio de Cádiz), quien cantaba las alegrías de una forma más lenta y clásica, siguiendo la línea de Enrique el Mellizo. 

 Bailando por alegrías 

 El baile por alegrías, resulta ser el baile flamenco más antiguo y completo, el de mayor tradición flamenca; y muchos otros palos flamencos la toman como base para confeccionar las coreografías de sus propios bailes. 

 Este palo tiene una parte que lo hace único y lo diferencia del resto de las Cantiñas, grupo genérico al que pertenece. Esa parte se denomina Silencio, Paseillo o Campanas, y es el signo de identidad del baile por alegrías. Se trata de 1 ó 2 falsetas de guitarra de 6 compases de duración cada una que se suele realizar después de la segunda letra de alegrías. Puede repetirse y hacerse 3 ó 4 falsetas, pero esto va a depender de la elección del intérprete. Es la parte melódica y el baile la acompaña con movimientos suaves, marcajes, desplazamientos y giros. El silencio se enlaza con un estribillo de 4 compases que se denomina Castellana donde el ritmo se va acelerando concluyéndose con una llamada y un cierre que dan paso a la escobilla. 

 Estructura del baile por Alegrías 

1. Introducción de la Guitarra. 

2. Salida del Cante: Tiri Ti Trán Tran Tran (creada por Ignacio Espeleta) u otra entrada. 

3. Salida del Baile: 
   a) Falseta de guitarra + parte b 
  b) Vivo o subida + remate o llamada + cierre. El baile puede salir antes que el cante acompañando           una falseta introductoria de guitarra. 

4. Primera Letra de Alegrías: La letra de alegrías se puede dividir en dos partes, y el bailaor/a rematar en la primera parte de la misma (después de los 2 primeros compases). El remate de letra sería combinación de pasos que se usan para finalizar una secuencia de pasos o para enfatizar el cante. También se puede hacer seguida, sin rematar. Al final de la letra se puede incluir una coletilla, que se trata de un estribillo de 4 compases de duración.

5. Llamada y cierre de letra. 

6. Entre 1a letra y 2a letra se puede hacer opcional: 
   a) Escobilla corta 
   b) Falseta 

7. Segunda letra de alegrías (igual que la primera letra de alegrías).

8. Llamada y cierre de letra. 

9. Silencio de alegrías o Paseillo o Campanas (parte melódica donde el guitarrista realiza 1, 2 o más falsetas de 6 compases de duración cada una).  

10. Castellana + Llamada y cierre.

11. Escobilla + Subida + Llamada. El Cierre, el opcional. Se puede llamar y entrar directamente en las bulerías o llamar y cerrar.

12. Bulerías de Cádiz.

13. Para finalizar el baile:
 a)  Subida y remate en el escenario.
 b)  Saliendo del escenario con el Tiri Ti Tran Tran Tran,....u otro final.
 c)  Saliendo del escenario con una falseta de guitarra. 



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